Siempre somos demasiado buenos con las mujeres de Raymond QueneauRaymond Queneau

Autor: Raymond QueneauRaymond Queneau
Editorial: Austral
Fecha de publicación: 05/04/2016
Resumen de Siempre somos demasiado buenos con las mujeres de Raymond QueneauRaymond Queneau
Una novela humorística ambientada en la rebelión irlandesa de 1916.
Publicado por primera vez en 1947, luego atribuido a la escritora de ficción irlandesa Sally Mara, como si fuera una persona real. Siempre somos demasiado buenos con las mujeres. Se volvió a publicar en 1971 como una «novela de Sally Mara» ya firmada por Raymond Queneau, pero «traducida» por Michel Presle. Este conjunto de cajas chinas falsas solo da una idea de la textura muy extraña del libro.
Siempre somos demasiado buenos con las mujeres. Se ambienta en el Alzamiento Irlandés de 1916 para montar una creación a la vez lúdica y grotesca que es, en definitiva, una apología moral contra la violencia, envuelta en una maquinaria verbal provocadora, apocalíptica y sorprendente. Siete irlandeses armados atacan la oficina de correos y, aunque resisten el asedio del ejército inglés, uno a uno caen en las seductoras trampas de una joven que se escondió en el servicio durante el ataque.
Los muñecos de esa rebelión están hechos de aserrín y tinta, y las explosiones son sólo chasquidos de palabras y escritura: pero, entre líneas, nos habla una voz moral, al mismo tiempo que la voz de un juglar mimético. Ligero, corrosivo, capaz de tomar los aspectos tiernos y triviales de la vida con su clara mirada, Raymond Queneau ha pasado a la historia como uno de los narradores más originales y singulares de la literatura universal.
Más sobre Raymond QueneauRaymond Queneau
Raymond Queneau nació en Le Havre el 21 de febrero de 1903 y murió el 25 de octubre de 1976. Fue uno de los escritores más originales y singulares de la literatura universal del siglo XX. Vinculado al grupo surrealista durante los años veinte, el autor fue, oh por Chiendent (1933), una extensa producción de relatos y ensayos, entre los que cabe mencionar duro invierno (1939), mi amigo pierrot (1942), Siempre somos demasiado buenos para.
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